CIRUGÍA DE COBERTURA MEDIANTE COLGAJOS LOCALES O MICROQUIRÚRGICOS

INFORMACION GENERAL

Los defectos de partes blandas y óseas se definen como la pérdida por cualquier origen de un volumen determinado de partes blandas, pudiendo llegar a presentar defectos óseos, que precisan su reconstrucción. En muchas ocasiones, y en función de determinadas variables como el tamaño, el espesor y el tipo de tejido perdido, se pueden solucionar sin necesidad de cirugía, mediante curas locales. Pero en otras ocasiones, por mala evolución, infecciones, patología añadida o por la propia naturaleza de la lesión es necesario realizar alguna intervención quirúrgica que permita la reconstrucción y la cicatrización del defecto. En esos casos existen diferentes técnicas quirúrgicas que permiten la resolución de la solución de continuidad. Una de estas técnicas es el uso de injertos cutáneos. Cuando el lecho tiene suficiente vitalidad es la técnica de elección. En algunas circunstancias el defecto expone tejidos nobles que resisten mal la infección, como puede ser el hueso, o que pierden su función por desecación como son los vasos o los nervios. En estas situaciones la cobertura es más compleja y precisa el uso de tejidos de otra localización. Pueden proceder bien de la vecindad (colgajos locales)o bien de territorios a distancia (colgajos libres microquirúrgicos). Existe la posibilidad tanto de riesgos como de complicaciones asociados a esta intervención.
La intervención precisa de anestesia, que será valorada por el Area de Anestesia.

RIESGOS DE LA CIRUGIA DE COBERTURA MEDIANTE COLGAJO

Toda intervención quirúrgica, tanto por la propia técnica operatoria, como por la situación vital de cada paciente (diabetes, cardiopatía, hipertensión, edad avanzada, anemia, obesidad,...), lleva implícitas una serie de complicaciones comunes y potencialmente serias que podrían requerir tratamientos complementarios, tanto médicos como quirúrgicos, así como un mínimo porcentaje de mortalidad.
Las complicaciones específicas de la intervención pueden ser:

• Infección a nivel de la herida operatoria que puede llegar a afectar a tejido óseo.
• Hematoma, lesiones vasculares o nerviosas que pueden ocasionar trastornos sensitivos y/o motores.
• Cambios en la sensibilidad: Generalmente los tejidos desplazados sufren una disminución de la sensibilidad. Además algunos colgajos que se desplazan carecen en sí mismos de sensibilidad. La zona donante puede sufrir una lesión de los nervios de la región alterando la sensibilidad de la misma, en mayor o menor medida, y durante un tiempo variable, dependiendo del alcance de la lesión.  
• Cicatriz cutánea: Aunque es de esperar una buena cicatrización después del procedimiento quirúrgico, pueden darse cicatrices anormales tanto en la piel como en los tejidos profundos. La cicatrización excesiva es infrecuente.
• Seroma: Puede acumularse fluido tisular en el espacio entre el colgajo y su nuevo lecho, así como en la zona donante del colgajo. Puede necesitarse tratamiento adicional o cirugía para evacuar este líquido.
• Necrosis cutánea.
• Flebitis o tromboflebitis que puede dar lugar, en el peor de los casos, a embolismo pulmonar.
• Complicaciones del estado general como consecuencia de la edad y que pueden originar la muerte.

Si en el momento del acto quirúrgico surgiera algún imprevisto, el equipo médico podrá variar la técnica quirúrgica programada.
Ningún procedimiento invasivo está absolutamente exento de riesgos importantes, incluyendo el de mortalidad, si bien esta posibilidad es bastante infrecuente.

De cualquier forma, si ocurriera una complicación, debe saber que todos los medios técnicos de la Clínica están disponibles para intentar solucionarla.

RIESGOS PERSONALIZADOS

OTRAS ALTERNATIVAS:

• Tratamiento analgésico antiinflamatorio, efectuar  reposo y curas sucesivas repetidas y prolongadas en el tiempo.

Si después de leer detenidamente este documento desea más información, por favor, no dude en preguntar al especialista responsable, que le atenderá con mucho gusto.